En un esfuerzo por asegurar la autenticidad y calidad de la miel consumida en España, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha iniciado una campaña destinada a incentivar la adquisición directa de miel de apicultores locales. Esta acción surge como respuesta a los alarmantes hallazgos de las autoridades europeas, que han detectado un elevado grado de fraude en las importaciones de miel, con casi la mitad de estas mostrando signos de adulteración.
Pedro Loscertales, encargado del sector apícola en COAG, ha destacado la importancia de este movimiento, señalando que la compra directa a los productores no solo garantiza la obtención de un producto genuino y de alta calidad, sino que también fomenta la polinización de la diversa flora silvestre y cultivos, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo económico de las zonas rurales.

En un despliegue de transparencia y facilitación, COAG ha puesto a disposición del público un directorio en línea de apicultores profesionales de toda España que ofrecen sus productos directamente al consumidor. Este listado, disponible en la web COAG, se actualizará regularmente para reflejar las opciones disponibles en cada comunidad autónoma.
La decisión de COAG se sustenta en un reciente estudio de la Comisión Europea, que revela una preocupante prevalencia de productos adulterados, identificados como miel, en el mercado. Según los datos, un porcentaje significativo de las importaciones y empresas importadoras en España han sido implicadas en la comercialización de productos fraudulentos, exacerbando la presión sobre los precios de la miel nacional y distorsionando el mercado.
Ante este escenario, COAG urge al Gobierno español y a la Unión Europea a tomar medidas decisivas para reforzar los controles fronterizos y validar los métodos analíticos empleados en las investigaciones, con el fin de proteger tanto a los consumidores como al sector apícola nacional.
La campaña de COAG también celebra la próxima implementación de normativas que exigirán la indicación de los países de origen en las etiquetas de la miel. Sin embargo, se reconoce que esta medida por sí sola no es suficiente para abordar la complejidad y magnitud del problema del fraude en las importaciones de miel, llamando a una acción más enérgica y coordinada a nivel nacional y europeo para salvaguardar la integridad del sector.